Reseña Histórica

El Palacio de las Academias está ubicado en el centro histórico de la ciudad de Caracas, en la avenida Universidad, al lado de la Iglesia de San Francisco y de la antigua Corte Suprema de JusticiaSituado frente a él está el Palacio Federal Legislativo, que, a su vez, da de frente a la Plaza Bolívar.


Foto tomada 24/01/14 Ana Méndez

Su origen se remonta al año 1575, cuando llegan padres franciscanos a la recién fundada ciudad de Caracas, donde construirían el Convento de San Francisco en el lugar donde hoy está el Palacio. 
Foto cortesía es.wikipedia.org

    Después de 1821, el convento es eliminado y el lugar pasa a ser sede de diferentes instituciones, siendo la primera, la Dirección General de Instrucción Pública en 1838. Para la fecha de 1856, la Universidad de Caracas, nombrada tiempo después como Universidad Central de Venezuela, se mudó a ese espacio, que le sirvió como sede por casi 100 años.

Durante esa época, el presidente Antonio Guzmán Blanco le encargó al arquitecto Juan Hurtado Manrique modificar la fachada del edificio, crear un segundo piso y un salón principal, que recibió el nombre de “Paraninfo”. Los trabajos que terminaron en 1876 resultaron en un estilo neogótico, que mantiene hasta la fecha. 


Foto cortesía encontrarte.aporrea.org 
Posteriormente también sufrió algunas otras modificaciones: una extensión de la fachada norte, obras en el patio sur y en la parte interna del edificio; y en 1930, durante el primer centenario de la muerte del Libertador Simón Bolívar, se modificó la fachada sur.

El edificio pasa a ser el Palacio de las Academias, cuando la Universidad cambia de instalaciones en 1952. Este fue declarado el 6 de abril de 1965, Monumento Nacional y, actualmente, albergar a la Academia Nacional de la Historia, Academia Venezolana de la Lengua, Academia Nacional de Medicina, Academia de Ciencias Políticas y Sociales, y Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales.

Foto tomada 24/01/14 Ana Méndez
El Palacio es uno de los pocos rincones históricos de la capital, que con su arquitectura colonial y bellos jardines, nos transportan en el tiempo. En los pasillos y patios internos podemos encontrar bustos y estatuas de grandes maestros y representantes venezolanos, así como retratos y otras obras. 

El mobiliario, la decoración, el ambiente, pero sobre todo la tranquilidad que se respira dentro de este lugar, es lo que atrapa a todo el que lo visita y no lo deja querer salir. 

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